lunes, 26 de agosto de 2019

La seguridad del Estado y los síntomas de la desigualdad social en El Salvador


La seguridad del Estado y los síntomas de la desigualdad social en El Salvador

Agrupación Conciencia Anarquista (El $alvador)

https://concienciaanarquista.noblogs.org/ 



Ante el anuncio de Nayib Bukele de reforzar las tareas de seguridad pública por parte del ejército nos pronunciamos en contra por varias razones.

Si nos remitimos a la Constitución según el numeral 12 del artículo 168 esta función se permite en casos que se haya agotado los medios ordinarios, Nayib no ha declarado la excepcionalidad ya que al hacerlo estaría reconociendo la incapacidad policial para proporcionar seguridad.
Otro punto es que según la legislación se establece que el rol del ejército cesará al terminar la crisis y ordena que el ejecutivo rinda un informe al congreso 15 días después de que los militares dejen de apoyar a la policía, esto no se ha cumplido en los 25 años o más que tiene de apoyar la fuerza armada a la policía, tampoco se ha visto que este apoyo disminuya los niveles de violencia, delincuencia y accionar de pandillas.
También se ha buscado sustituir policías por soldados, ya que para tener más policías se necesita un año para cumplir requisitos, mientras que para tener soldados no se debe esperar ese tiempo, por lo que se estaría haciendo un fraude de ley.
En el 2013 la sala de lo constitucional también sentenciaba que la seguridad pública está fuera de la misión ordinaria de la fuerza armada y es la policía quien debe tener ese cargo, porque los efectivos de la fuerza armada no tienen la preparación en seguridad pública.
Además los presidentes que emplearon a la Fuerza Armada en seguridad pública no han informado al Legislativo sobre los resultados obtenidos con el empleo del Ejército por lo que se encuentran en deuda.
Según declaraciones del Ministro de la Defensa, René Merino Monroy, se convocará a otros 500 elementos para el 1 de octubre, hasta completar los 3,000 para enero del próximo año.
Actualmente hay involucrados 7,300 efectivos de la Fuerza Armada y con la nueva incorporación serían 8,300 militares los que participen en tareas de seguridad pública.
Este miércoles 31 de agosto un tercer grupo de la Guardia Nacional del Ejército de Massachusetts, de los Estados Unidos, arribó a El Salvador, para compartir tareas tácticas con el Ejército salvadoreño en el ejercicio denominado: “Juntos podemos”.
La idea es que fortalezcan las tareas conjuntas de seguridad, implementadas bajo el Plan Control Territorial que impulsa el gobierno.
También se reconocieron instalaciones adonde se establecerá la base de operaciones para el ejercicio Más Allá Del Horizonte 2021.
Según varias investigaciones periodísticas y de derechos humanos se ha evidenciado que tanto por parte de la policía como del ejército se han dado violaciones de los derechos humanos y ejecuciones extrajudiciales, la vía libre que se le ha dado a estas instituciones en contra de las pandillas por parte de los anteriores gobiernos y el actual sólo ha venido a recrudecer la corrupción de éstas, El Salvador no es un país más seguro, las causas estructurales de las pandillas siguen existiendo y no se está trabajando para cambiarlas.
Se está permitiendo que exista una mayor injerencia por parte del gobierno de EEUU en el país al permitir que el ejército esté en labores de seguridad pública, durante el conflicto armado este ejército preparó a la fuerza armada para llevar a cabo violaciones de derechos humanos, matanzas y lo ha hecho en otros conflictos en otros países, no podemos permitir que volvamos a la situación en la que estuvimos durante el conflicto armado, el cual dejó tantas víctimas.
Lastimosamente la población sigue creyendo en estas instituciones porque no ve otra salida a la seguridad, debemos trabajar para restituir el sentido de comunidad, hemos perdido la convivencia en nuestros sitios de vivienda, debemos retomar los espacios públicos, hablar y convivir más, porque juntxs podemos protegernos, no debemos depender de la policía y el ejército, sabemos las prácticas abusivas y agresiones constantes que realizan estas instituciones.
También debemos exigir que esa desigualdad histórica que ha llevado al surgimiento de las pandillas, al recrudecimiento de la delincuencia se ataque, que se denuncien los actos de corrupción, que no se busque continuar con el sistema neoliberal, que se ponga en el centro la vida, que se invierta más en educación, esparcimiento, en la prevención de la violencia, en el acceso a una mejor calidad de vida y no en la represión.
Para todo esto existe una necesidad urgente de organizarnos como población civil y poder empezar a crear conciencia crítica y trabajar desde las comunidades las diferentes opciones que busquen verdaderamente la liberación social de la gente, los animales y el planeta.
 
Referencias:

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