Inspirados
en la extraña consigna “¡Mama hay un elefante blanco en el baño!” sesionó en
varios espacios sociales de esta ciudad del Caribe norte la IV Jornada
Primavera Libertaria de La Habana, un espacio sostenido por lxs que habitamos
el Centro Social y Biblioteca Libertaria ABRA y las iniciativas Taller
Libertario Alfredo López y Guardabosques.
Ser
conscientes de que somos un elefante blanco en un baño de esta Isla, es como
entender aquello que el lúcido Ricardo Mella señaló ya desde inicios del siglo
XX, “la razón no es virtud de las mayorías, sino de la inteligencia
desarrollada en uso de la libertad”. Y en eso nos
esforzamos en estas Jornadas, como en las anteriores, asumir nuestra condición
de minoría, pero conscientes de que en
el uso de la libertad podríamos acrecentar nuestras inteligencias y contribuir
a que esa misma libertad se ensanchara en esta isla mas allá de nuestros
propios egos.
Varias áreas temáticas definimos para esta ocasión:
los activismos más recientes que se han ido delineando en Cuba al calor de la
actualización del capitalismo estatal; los problemas del autoritarismo y el
anti-autoritarismo en la educación oficial y las experiencias y posibilidades
en la gestión de espacios pedagógicos autónomos; la revaloración del llamado
Periodo Especial de los años 90 del pasado siglo en Cuba (frente al escenario
de escaseces y crisis de suministros que se avizora nuevamente) y los aportes
prácticos de desarrollar un enfoque de resiliencia en la gestión de la vida
cotidiana.
El espacio dedicado a los activismos en la mañana del
4 de mayo fue uno de los menos
concurridos, lo cual habla del escaso interés que persiste en Cuba por lo que
sea reunirse para razonar sobre lo que hacemos como sociedad, más allá del
malestar creciente contra el Estado. Una muestra de cuanto ha calado en las últimas
generaciones en Cuba las delicias del deporte de hablar mal del gobierno y sus
secuelas de auto-victimización y autocomplacencia, como si lxs gobernantes
fueran marcianos insensibles venidos de otro planeta.
A pesar de lo anterior y la poca concurrencia, se
generó un diálogo muy poco común donde se analizaron los procederes del
activismo pro-derechos animales, que produjo la primera manifestación pública
autorizada por el gobierno cubano en los últimos 60 años. Hubo un solido análisis
sobre el movimiento de activismo contra la puesta en práctica del Decreto 349,
que legaliza la censura y represión a todas las prácticas artísticas que se
desarrollan fuera de las instituciones estatales y privadas ligadas a la
oficialidad y también hubo un acercamiento al fenómeno de las redes de
solidaridad autónoma que se desarrollaron al calor de la devastación producida
por el primer tornado conocido que asola a La Habana.
Mas allá de hechos puntuales el espacio generó un
inusual dialogo entre lo que ya se prefigura como tres generaciones de
militantes sociales en la Isla, analizamos las potencialidades de dichos activismos
en el contexto de degradación social galopante en Cuba hoy y a la vez ahondamos
en las limitaciones de la lógica activista, para superar la mera oxigenación del
despotismo policiaco estalinista, necesitado de maquillar su imagen decrepita. Por
ello hubo consensos en la necesidad de cultivar los espacios de diálogos sobre
perspectivas estratégicas de actuación tanto individual como colectiva con un
espíritu anti-autoritario y anti-capitalista, frente a la nueva configuración
del poder en Cuba que ya se augura estabilizarse.
El segundo encuentro de la Jornada transcurrió el 5 de
mayo, con una asistencia más variada y concurrida, que al final de la tarde se
volvió muy animada en una contagiosa alegría. Todo comenzó bajo el ardiente sol
de las 2:00 pm, con la presentación de Ese
mundo llamado la escuela una exposición de dibujos a pluma concebida por
dos compañerxs afines al Taller Libertario Alfredo López, que apuntaron a los
efectos psicomotores que producen los mecanismos de instrucción coercitiva en
las personas desde las primeras edades. Ello acompañado de un sustancioso texto
que explora la centralidad del tema en el anarquismo y la contribución de varixs
pedagogxs anarquistas a una educación no autoritaria. Se hizo sentir en el
espacio la necesidad de documentar la trayectoria histórica del tema en el
movimiento anarquista en Cuba.
La presentación de esta contribución dio lugar a un
amplio diálogo sobre las experiencias de los presentes en el asunto en todos
los niveles de la educación en Cuba. Se señaló los efectos nefastos que ha
tenido la llamada Revolucion Educativa que ideó y puso en práctica el extinto
Comandante en Jefe, que entre otras cosas degradó al máximo el proceso de
formación pedagógica de lxs docentes y a la misma vez tecnificó el control
centralizado de los contenidos de la enseñanza en Cuba, lo cual una década
después ha entrado en colapso, pero sin definirse alternativas claras. Se
señaló en el encuentro el proceso simultáneo de desaparición de los juegos, el
dibujo y el trabajo en equipo entre lxs niñxs, como parte de ello, la mutación
de una asignatura como El mundo en que
vivimos en la Escuela Primaria que ha pasado de contenidos geográficos,
físicos y biológicos sobre nuestro archipiélago a la glorificación de los
héroes fundadores de la casta dominante hoy en Cuba.
Como
anarquistas intervenimos en el dialogo señalando lo limitado del proceder del pensamiento
crítico que casi invariablemente se concentra en la crítica de lo existente y
deja en manos del azar institucional lo que debería ser la búsqueda constante
de soluciones propias y refractarias, a la altura de la naturaleza de los
problemas detectados.
Afortunadamente a esta sesión de la jornada asistieron
varios integrantes de la familia que ha sostenido durante quince años el
laboratorio y taller de juegos solidarios El Trencito, quienes mostraron otra
forma de interactuar con su circunstancia, desde la creación de alternativas
pertinentes y autónomas, sorteando las pulsiones pesimistas que emanan de la
sofisticación del pensamiento crítico.
Ello dio lugar a una sesión en que los compas de El Trencito pusieron en
práctica dinámicas de juegos que llevó la interacción colectiva a un nivel
lúdico muy estimulante.
La siguiente sesión de la IV Jornada Primavera
Libertaria fue un espacio que tuvo el panel de dialogo Miradas anti autoritarias al Periodo Especial. Un momento muy
esperado y concurrido de la Jornada, donde desde distintas aristas se abordaron
las dinámicas sociales, institucionales, culturales,
etc. que caracterizaron a uno de las etapas en que más se contrajo la presencia
del Estado cubano en la vida cotidiana y cómo reaccionó la sociedad cubana
frente a ello y qué experiencias podemos sacar de ello.
De aquí pasamos a la presentación de la experiencia
del proyecto Co-pincha [en español coloquial cubano “pincha” es trabajo, por
tanto “co-pincha” es trabajo conjunto] de un grupo de ingenierxs y diseñadorxs
que trabajan para la elaboración de tecnologías y dinámicas creativas basadas
en la nociones de resiliencia y rehuso, desde la cual están replanteando la
relación de los ingenieros y tecnólogos con la sociedad, en un contexto de
desabastecimiento creciente en Cuba y más aun de una incapacidad productiva
evidente, que los medios oficiales remiten sus causas únicamente al bloqueo
yanqui, pero también está relacionado con la asfixia creativa que impone el
dominio de la clase burocrática-policial estalinista sobre la sociedad cubana.
Lxs animadorxs de Co-Pincha propusieron desarrollar
una dinámica de preparación colectiva de una comida temática con arroz,
avanzada de un cuaderno de elaboraciones culinarias con alimentos resilientes
de baja estima social en Cuba, una contribución para los tiempos que corren y frente
a los aires de consumismo en la miseria que está trayendo el ambiente de actualización del modelo de dominación en
Cuba.
En este espacio se hicieron sentir los efectos de la
división social entre trabajo manual y trabajo intelectual, viéndose cómo los
más agudos analistas y críticos se pueden convertir fácilmente, en un mismo
espacio, en consumidores pasivos a la espera de que las que cocinan y sus ayudantes sirvan sus creaciones culinarias,
para luego retirarse presurosos porque tienen otros compromisos… Son detalles
cruciales en espacios autónomos que debemos poner en primer plano para que no
se contaminen con los vicios de la sociedad de la cual decimos ser antagónicos.
Este espacio de la IV Jornada en uno de los locales de Co-Pincha concluyó con
un performance sonoro colectivo que coordinó uno de lxs animadorxs del espacio,
que quedará como un registro de la Jornada, a la vez que una experiencia
creativa en común que resultó muy incitante.
El ultimo día de la IV Jornada Primavera Libertaria fue
un momento que dejamos abierto al devenir circunstancial y alguien propuso
incorporarnos a una sesión del laboratorio y taller de juegos solidarios El
Trencito y de ahí sumarnos a lo que se estaba gestando para una marcha autónoma
contra la homofobia en el concurrido Paseo del Prado. La asistencia a este espacio
fue poca y a medida que transcurría la mañana nos dimos cuenta que a nuestros
compas Jimi e Isbel, mediáticos activistas pro LGBTIQ y anarquistas, los había
secuestrado la Seguridad del Estado, para impedir que participaran en la marcha
contra la homofobia, ante lo cual iniciamos varias acciones de contra-información
para impedir que fueran tratados como “mercenarios al servicio del imperialismo
yanqui” y legitimar así su encarcelamiento prolongado.
Luego de la reconfortante experiencia en el espacio de
El Trencito, nos fuimos a incorporarnos a la marcha de Prado. Nos sorprendió la
cantidad de personas LGBTI que se dieron cita allí, las muestras de júbilo y
apoyo que daban las personas desde sus casas y en contraste el grotesco
despliegue de la maquinaria policial que
realizaron en este lugar para garantizar una “tranquilidad ciudadana” que en
ningún momento fue alterada.
Para los que asistimos a esta marcha esto fue toda una
escuela para activistas. Pudimos ver nuestras propias dinámicas de confrontación
con la policía, las tácticas de
contestación intuitiva que fuimos desarrollando los presentes, los procederes desmovilizadores
usados por la policía y sus testaferros parapoliciales, el manejo de las
escaladas de violencia desde lo verbal a lo físico, el chantaje emocional, las
técnicas de control de multitudes y, sobre todo, la necesidad practica y
sentida de aprender de la existencia de estos saberes policiacos, para no
dejarnos engañar por el encantamiento de la palabra “Revolucionaria” en el nombre
con que se define a la policía nacional en Cuba, poco diferente a la de
cualquier Estado en el mundo.
Esta IV Jornada Primavera Libertaria de La Habana tuvo
momentos muy provechosos y otros menos, pero demostraron otra vez su
pertinencia en el contexto cubano e internacional actual y la necesidad de una perspectiva antiautoritaria, anticapitalista,
antipatriarcal que se vaya desplegando por los mas amplios y variados terrenos
de la practica social.
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