miércoles, 20 de junio de 2018

Reseña amplia del Anarquismo en Venezuela hasta la actualidad.

Notas de editores: "Desde parte del equipo de Gargantas Libertarias compartimos esta reseña que sin lugar a dudas es la mas completa y actualizada que se puede conseguir en la web, partimos de la breve reseña que circula en la mayoria de espacios y la hemos complementado con diversas notas que hemos encontrado tanto en el mundo fisico como el virtual, nuestro blog es un gran diario que ha plasmado las actividades de diversos grupos e individualidades desde el 2009 por lo tanto invitamos a revisarlo".

La incidencia anarquista en la historia venezolana ha sido menos marcada que en otros lugares de Latinoamérica, donde se manifiesta vigorosamente a través de luchas colectivas, publicaciones, personajes y debate de ideas. Sin embargo, merece evocarse pues no ha dejado de tener influencia en nuestra evolución social y cultural.

Del Siglo XIX al primer tercio del XX, algunos intelectuales locales fueron simpatizantes o lectores tolerantes del anarquismo, pero sin nada parecido a un Flores Magón, Barret, Oiticica, González Prada u otros de sus exponentes conocidos en el pensamiento continental [Cappelletti 1990]. Los pocos que exploraron la senda libertaria apenas dejaron referencia escrita y luego optaron por el positivismo o el marxismo; sólo valdría mencionar a Pío Tamayo, que en la cárcel instruyó a jóvenes luchadores antigomecistas en el “socialismo de Bakunin y Marx”, hasta poco antes de morir en 1936 [Sananes 1987]. Considerando las luchas populares, historiadores de la Guerra Federal (1859/1863) -la mayor conmoción social en Venezuela entre la Independencia y la era petrolera- destacan la influencia que tuvieron Proudhon y el socialismo francés en Ezequiel Zamora, el General del Pueblo Soberano. El programa del federalismo zamorista es claro: “…horror a la oligarquía, libertad de hombres y tierras, igualación social”, expresando una intención radical que sólo se pudo detener con su asesinato [Brito Figueroa 1981].

A comienzos del Siglo XX, emigrantes anarcosindicalistas europeos contribuyeron a que la organización obrera asomara pese al atraso económico, social y cultural [Rodríguez 1993]. Esos esfuerzos -formación de mutuales y gremios, huelgas, propaganda, etc.- fueron algo más notorios al iniciarse la industria petrolera, pero la dictadura de Juan Vicente Gómez (1908/1935) persiguió con saña toda actividad sindical, impidiéndole desarrollarse como en otras latitudes. Los escasos y acosados militantes sociales dentro del país intentaban con muchas dificultades hacerse de un pensamiento político, mientras la mayoría del exilio antigomecista era ajeno a influencias radicales. Entre la minoría, el atractivo en expansión del bolchevismo ruso resultó demasiado fuerte para que el anarquismo ganase adeptos. Cuando esa fracción marxista regresó tras la muerte del tirano, ocupó totalmente el campo de la izquierda, absorbiendo al puñado de lectores y discípulos clandestinos del ideal libertario, que estuvieron incluso entre los fundadores del Partido Comunista de Venezuela (1936) y Acción Democrática (1941), partidos que controlaron el proceso de organización política de masas en el período posterior. Adicionalmente, la represión anti-anarquista tenía rango constitucional y se instrumentó en la llamada “Ley Lara”, vigente entre 1936/1945.

Sin embargo la actividad e influencia Anarquista en principio de siglo XX no paso sin dejar su huella, ya que aunque, las primeras huelgas de las primeras organizaciones sindicales venezolanas fueron impulsadas por una vanguardia obrera cuya ideología no se ha podido todavía esclarecer a través de la documentación existente. Mientras en otros países de América Latina las luchas sociales de principios de siglos fueron orientadas por la socialdemocracia y, fundamentalmente, por el movimiento anarquista, en Venezuela no se ha podido comprobar el grado de influencia de estas tendencias ideológicas.

Sin embargo, algunos indicios permiten adelantar, como hipótesis de trabajo, una cierta influencia del anarquismo en los primeros organismos sindicales venezolanos. Pérez Salinas anota que a raíz de la represión de las huelgas españolas de 1917, llegó a Venezuela un sector de trabajadores anarquistas: "Huyendo de la represión desatada llegaron a la zona del Caribe grupos de anarco-sindicalistas y de socialistas españoles...Los que llegaron a Venezuela se dedicaron al trabajo, pero también a la siembra de la simiente, a la propagación de la idea sindical, de acuerdo a sus correspondientes filosofías, predominando la del anarco-sindicalismo.

Un profundo conocedor de la historia del movimiento obrero, Rodolfo Quintero, ha entregado, asimismo valiosos antecedentes para el esclarecimiento de la ideología proletaria de las primeras décadas del presente siglo: "Los rasgos anarquistas del Período inicial, apreciables en formulaciones, objetivos y tácticas de la época es la primera de las cuestiones. El predominio del taller artesanal y la pequeña manufactura, las prédicas y gestiones de anarcosindicalistas europeas, españoles e italianos principalmente" que vinieron a trabajar en las construcciones iniciales durante el gobierno de Gómez. "Entre éstos - continúa Quintero - vinieron militantes de organizaciones anarquistas, particularmente de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT española) fundada en 1910.

En una entrevista hecha por el periódico Compañero a un viejo dirigente sindical venezolano también se aportan otros antecedentes de la influencia anarquista: "En este país no habían mano de obra calificada y ya en este siglo, cuando Juan Vicente Gómez se fue a Maracay y empezó a hacer construcciones empezó a venirse una gran cantidad de obreros italianos y españoles, en una época que abunda en el anarquismo. Con esta gente que contrató Gómez se vino una gran cantidad de anarquistas, quienes sembraron aquí la idea de la lucha obrera... Yo recuerdo, ya para los años 27 y 28, época de las luchas estudiantiles, que todavía existían muchos anarcosindicalistas. Ellos, subestimaban el partido político y le daban fundamentalmente importancia al sindicato. Consideraban que el sindicato era la fuerza definitiva para la transformación de la sociedad y que la revolución tenía que fundamentarse en una huelga general que desquiciaría la actual sociedad y que necesariamente convertiría a la clase obrera en el elemento determinante de la dinámica social. Ellos predicaban esto e impulsaron organizaciones de las más antiguas, como la de zapateros, albañiles y algunos grupos gráficos que nacieron bajo el signo anarcosindicalista. Recuerdo que existía un compañero que se llamaba Antón, que era zapatero, que se reunía clandestinamente con quienes estábamos ligados al movimiento obrero. Con él aprendimos las primeras nociones de lo que era un sindicato y de cuál era la finalidad del sindicato. Los anarcosindicalistas fueron los que enseñaron a los intelectuales las primeras cosas referentes a los sindicatos"

Los anarquistas también contribuyeron a la organización de las primeras organizaciones del proletariado petrolero. Un viejo obrero de este Gremio, Raúl Henriquez Estrella, recordaba en un articulo haber recibido orientación anarquista: En 1930, "mis actividades políticas y sindicales se desarrollaron más o menos así: el español José Fernández, tornero en el Táller Mecánico, marxista-anarco sindical en España, me conquistó con sus ideas clasistas"

La influencia anarquista se hizo manifiesta hasta 1936. Rodolfo Quintero sostiene que, además de los petroleros, ese año "otros sectores de trabajadores se organizan igualmente en sindicatos, impresionados sus dirigentes por el nombre manejado con anterioridad en los cursillos y las reuniones semiclandestinas donde participaban anarcosindicalistas españoles". Al igual que el resto del mundo especialmente los anarquistas confrontaron a los caudillos criollos que por la documentacion existente tenian al Anarquismo como un peligroso enemigo, asi en la Terrible Ley Lara podemos observar lo siguiente: "El capítulo III, "De las huelgas en relación con el orden público", prohibía las huelgas con fines políticos, las huelgas generales o paros generales y las huelgas de funcionarios o empleados públicos, con penas que oscilaban entre 1 y 6 años de prisión. En el capítulo IV, titulado "De la propaganda política ilegal" destacaban los artículos 33 y 37. El primero expresaba lo siguiente: "El que verbalmente, por escrito o por impresos, por medio de difusión, dibujos, carteles, mítines u otros medios de publicidad, o haciendo uso de algún servicio público, haga propaganda de las doctrinas o métodos comunistas, anarquistas, nihilistas o terroristas, o de aquellos que por su afinidad o sus medios de acción se equiparen a éstas, serán penados con prisión de 1 a 3 años". Esta ley que claramente menciona al Anarquismo como tendencia muestra que las autoridades Venezolanas conocian de las actividades anarquistas.

En los años 40 y 50 llegaron muchos exilados anarquistas ibéricos, que afrontaron no sólo el peso de la derrota en la Guerra Civil Española, sino un medio adoptivo donde sus ideas eran vistas como extrañas. La perentoria necesidad de subsistir y tener que adecuarse al ambiente de cerril autoritarismo fueron obstáculos adicionales para dificultar la organización de potenciales simpatizantes criollos; sin embargo, se hicieron esfuerzos palpables, particularmente tras 1958 al finalizar 10 años de dictadura militar, cuando se estableció la Federación Obrera Regional Venezolana (FORVE) -afiliada a la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT-IWA), agrupación mundial anarcosindicalista fundada en 1922-, se formaron algunos grupos específicos, se editaron publicaciones periódicas, folletos y libros, pero poco de esta actividad trascendió fuera de los círculos más concientizados de emigrantes peninsulares [Montes De Oca 2008].

De la FORVE tenemos un poco mas de informacion:

"El XIV congreso se celebra en Montpellier,  en el mes de octubre de 1971 con la asistencia de diez delegaciones, como en el anterior es mas bien un congreso constructivo, aun cuando el problema de la FORA (3 corrientes) enturbia las sesiones. el grupo amigo de la AIT Venezolana se convierte en seccion con el nombre de (FORVE). [La Haine: AIT, la internacional desconocida, 11/09/2006]

"En 1945 se traslado a caracas, donde desarrollo una intensa vida libertaria, especialmente despues de la caida de la dictadura (1958) fundo el centro cultural y una especie de ateneo libertario (estudios sociales) y animo el boletin AIT de la Federacion Obrera Regional Venezolana (FORVE) siempre contrario a las unificaciones confederales (que se devuelvan los descarriados)... en julio de 1976 hizo un mitin en Toulouse en representacion de la FORVE... Murio el 14 de mayo de 1988... [Puerto Real CNT.ES: Josep Xena creador de una escuela de esperanto]

"En Latinoamerica, años mas tarde, se crearon la Federacion Obrera Regional Argentina (FORA) en 1901, la Federacion Obrera Regional Uruguaya (FORU) en 1904, la Federacion Obrera Regional Peruana (FORP) en 1912, la Federacion Obrera Regional Paraguaya en 1906, la Federacion Obrera Regional Chilena (1913 y 1926), la Federacion Obrera Regional Venezolana en 1958, todas ellas de raigambre anarquista"
[Cabeza de Tormenta Nacion y Anarquismo,Notas para una discusion mas alla de las caricaturas]

La oleada de impugnación sociopolítica que se vivió mundialmente a fines de los años 60 -especialmente el mayo francés de 1968 con su indudable raíz libertaria- también llegó al país. Su huella fue evidente en la Renovación Universitaria que conmocionó a las principales instituciones de Educación Superior entre 1968 y 1970, para mantenerse presente en movimientos estudiantiles y de cultura alternativa posteriores. Sin embargo, salvo la menguante presencia de los veteranos españoles, pasarán años para que existan agrupaciones que se identifiquen con el ideal y la práctica anarquista, pues en los 70 el marxismo aún se consideraba soporte ideológico insustituible de cualquier propuesta revolucionaria en Venezuela.

Entre 1980 y 1995 emergieron intentos de organización cabalmente anarquistas buscando conectarse con luchas y movimientos sociales, siendo el Colectivo Autogestionario Libertario (CAL) el más visible. Se editaron El Libertario -9 números entre 1985 y 1987, a cargo del CAL- y Correo A -28 números entre 1987 y 1995-, periódicos que fueron referencia y punto de reunión para algunos activistas, donde hubo quienes venían del marxismo, exilados ácratas latinoamericanos, y, principalmente, jóvenes que llegaban al anarquismo desde la escena punk. También se hizo notar la actividad académica y divulgativa de Ángel Cappelletti, anarquista argentino que laboró en Venezuela por 26 años [Méndez y Vallota 2001]. Pese a las dificultades para hacer comprender e impulsar propuestas anarquistas de autogestión y acción directa en un medio donde era casi absoluto su desconocimiento o mala interpretación, poco a poco se despejaron caminos para llegar a diversos ámbitos donde se expresaban iniciativas afines. Además, ocurrió el estallido popular del 27/02/1989, “El Caracazo”, que junto a otros eventos nacionales (en especial, la crisis del rentismo petrolero y del modelo político establecido en 1958) e internacionales (como el derrumbe de las burocracias del Este de Europa), abrieron espacios para propagar el ideal libertario.

El esfuerzo por asociar anarquismo y luchas colectivas concretas se hizo más patente al reaparecer El Libertario desde 1995, cuyo grupo responsable se identificó hasta 2007 como Comisión de Relaciones Anarquistas (CRA), para luego denominarse Colectivo Editor de El Libertario. Es la publicación más perdurable en la historia ácrata local, editando unos 5 números cada año, con una difusión significativa al comparar con empeños semejantes del país o del continente. Junto a ella, hay núcleos e iniciativas anarquistas con áreas de intervención varias y ubicadas en diversas regiones, destacando el funcionamiento de locales específicos (como el CESL en Caracas, el CEA en Mérida y el Ateneo La Libertaria, primero en Biscucuy y después en el área rural al suroeste de Lara), la organización en enero de 2006 del Foro Social Alternativo en Caracas, la actividad de la Cruz Negra Anarquista, la edición persistente de variados materiales de divulgación, y el impulso dado a distintos eventos de protesta social y agitación cultural. Este proceso ha debido superar la prueba de la “revolución bolivariana”, acaudillada por Hugo Chávez, que para los anarquistas representa una tramoya demagógica, corrupta, militarista e ineficiente ante la cual ha alucinado buena parte del socialismo local y mundial, dificultando en mucho el desarrollo de movimientos populares autónomos, línea de acción que promueve el anarquismo venezolano.
Desde el 2010 surgen diversos grupos que promueven las actividades Anarquistas, en los Valles del Tuy se conforma el Colectivo Zona de Libertad quienes realizaran piquetes cada primero de mayo, talleres autogestionados comunitarios,  actividades contraculturales, charlas antiautoritarias, cines comunitarios, y realizan los encuentros libertarios del tuy, Tambien en el Tuy especificamente en San Francisco de Yare el Centro Social Sabino Romero, un centro cultural-libertario que sirvio de sede para muchas actividades autonomas, En Maracay la Biblioteca Movil Zona Temporalmente Autonoma ha realizado actividades  de difusion, y esporadicamente surgio el Movimiento Universitario Pedagogico de Estudiantes Libertarios (MUPEL) quienes realizaron acciones en pro- de la lectura y circulos de estudios y debates, En Guacara jovenes se agruparon bajo el nombre de anarkismo guacareño quienes participaban en manifestaciones, en Maracaibo el colectivo ARDA estuvo presente en muchas acciones y actividades sociales y contraculturales, en Merida la Biblioteca Movil La Soledad es un gran proyecto de difusion movil de material libertario, ademas de participar y apoyar diversos encuentros como las ferias de libros independientes, iniciativa que promueve el Cantautor libertario Viento sin fronteras.